jueves, 10 de noviembre de 2011

La inspiración del monolito.

Tostadito, achaparrado, de un metro y cuarenta centímetros, come cacahuetes subido a un  árbol y se ha caído de él. Tras hacerlo, y debido al impacto del golpe en la cabeza, ha confundido un maní con la manzana que iluminó a Newton y, como a éste, se le ha "encendido una luz", pero en su cerebro brilla poco porque la cosa no da para más. Consecuencia: sin tener ni idea de las más elementales leyes de la física, y por obra y gracia de una inspiración monolítica ( véase 2001 Odisea en el espacio), ha construido una balsa y ha cruzado el océano Atlántico sin ahogarse,¡ ahí es nada!. El factor suerte o azar, madre de muchos descubrimientos, en este caso re-descubrimientos-¡qué Pinta, ni qué Niña de vuelta, ni qué historias isabelinas!- le ha hecho arribar a una zona costera española próxima a Marruecos. ¿Qué será, será...?. Adivina, adivinanza...¿cómo?. Vaya una respuesta, tú sí que eres animal.