jueves, 14 de enero de 2010

Cierre

Tu mirada me elevaba pero yo quería seguir aferrada al suelo. Día tras día tus ojos lo intentaban y yo seguía apegada a la tierra sin querer levantar un palmo de ella. Fuiste constante hasta verme hacer lo mismo contigo; cuando descubrí tu pureza y quise corresponderte, decidiste que ya era demasiado tarde porque habías encontrado un nuevo horizonte en el que dejar otra herida abierta.

2 comentarios:

  1. Maravilloso! el tiempo siempre nos da Tiempo para estar preparadoos para lo que nos sucede. Todo lo que sucede conviene ;)

    ResponderEliminar